La idea para la composición de estas esculturas ha surgido sin ser buscada. Se trata de volver a dar vida a piezas sueltas, principalmente de madera, las cuales son recogidas del deshecho de los trabajos que realizan las diversas ebanisterías del pueblo.

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     El objetivo es volver a dar un sentido a algo que, de otra forma, ya estaría destruido, bien tirado a la basura o quemado; y demostrar que en la voluntad del ingenio permanece la belleza de cualquier objeto considerado ya inútil.

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     Ninguna de las piezas ha sido modificada ni tallada en absoluto. Permanecen tal y como se recogieron cuando se encontraron tiradas ya como inservibles. El único cambio que han sufrido, si se puede llamar cambio, ha sido el de su ensamblaje con otras piezas del mismo origen.

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     También aparece alguna fotografía de alguna composición minimalista en la que se han utilizado piezas manufacturadas siempre de forma artesanal, no industrial.

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     Esperamos que estas piezas despierten en vosotros una chispa de reconocimiento del valor de todo lo que nos rodea y que muchas veces nos pasa desapercibido.

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